Como hace mucho que no…
Hay ciertas conductas que las personas repiten casi sin darse cuenta (no inconscientemente por que no llega ese nivel, saben que las hacen pero no las buscan, aunque si las disfrutan), son cosas muchas veces importantes y que le dan a la persona que las lleva a cabo una cierta autonomía. Quiero decir que, en el caso puntual que quiero contar, son acciones importantes y que ayudan a estar bien con uno mismo, pero que la sobre-ocupación, la falta de tiempo por otras cosas, algunos estados que lo impiden, o la misma dejadez, hacen que uno se olvide cuanto lo satisfacían a uno, y hasta cuanto lo liberaban de todas las presiones.
Puntualmente, lo que yo no hacia hace mucho y que hoy, de pura casualidad, hice es una boludez: “sobremesa” pero no una sobremesa común, la gente que ha comido conmigo sabe que aun cuando lo que coma (si como que por boludo no es muy seguido) sea algo muy simple, me encanta sentarme en la mesa durante un tiempo considerablemente largo, si estoy con alguien (que es lo que puede saber la otra gente) a filosofar un rato, o a contar anécdotas sobre lo que sea; y si estoy solo, a pensar, imaginar, soñar, recordar, tomar lo que me quede en la botella, o lo que sea, solo a pasar el tiempo.
En relación a cuando comía acompañado por amigos, estaba bueno cuando hacíamos asados en mi casa. Yo preparaba el fueguito, me poseía cortando y desengrasando la carne, y le ponía TODO el empeño que se puede poner, lo que no implica que quedara rico o feo, mas de una vez he tenido accidentes cocinando… que se me incendie la parrilla, que se me acabe el fuego o incluso que se me secó la carne (eso si bebida NUNCA faltó). Igualmente siempre le servia a todos, cada vez que se quedaban sin carne, o lo que fuese, después seguía comiendo; generalmente todos terminaban y yo continuaba comiendo, algunos intentaban seguirme, pero tarde o temprano se rendían y al final quedaba solo, comiendo vació y hablando con alguna persona que se quedaba tomando cerveza o vino y charlando con migo. Ahora no tengo lugar para hacer asado, ni compañía que amerite tanto esfuerzo (salvo Fran pero por 2 no cocino tanto).
Por otro lado están esas ocasiones, muy numerosas hace algún tiempo, y tan escasas hoy por hoy, no son raras por que siempre coma acompañado, si no por que generalmente no me tomo el tiempo de pensar después de la cena solo…Sólo me levanto, lavo las cosas y a otra cosa. Pero hoy hubo una especie de paralelismo, antes llevaba muchas cosas a la mesa, la botella de agua, vino o cerveza, el jamón crudo, el pan, las galletas, el jamón cocido, el queso en feta, el queso untable, el fiambrín, las berenjenas, y alguna cosa más seguro. Comía... y pensaba, y me conocía un poco más, recapacitaba, (no estoy tratando de hacer apología a la droga, estoy tratando de hacer apología a la reflexión y a la autocrítica) me sentaba en la mesa algunas horas a veces, en silencio muchas veces, y me conocía un poco más. Hoy fue similar, en mucha menor escala, y con mucha menos reflexión, pero tanta mayor intensidad que hasta tuve que escribir al respecto, sólo había salamín en la mesa (gentileza de mi hermano mayor por cuidar de su gato), y berenjenas al escabeche (gentileza de mi madre por ser un excelente hijo), un poco de vino tinto y sal, pero sin darme cuenta el sentimiento era el mismo, la situación muy parecida, al ambiente físicamente distinto, pero esencialmente igual y después de todo yo soy el mismo, un poco –bastante- cambiado, pero el mismo al fin, y creo que por mucho tiempo que pase hay ciertas cosas que no podemos ni queremos cambiar, sobretodo aquellas no le hacen mal a nadie y mucho bien a nosotros mismo…
Puntualmente, lo que yo no hacia hace mucho y que hoy, de pura casualidad, hice es una boludez: “sobremesa” pero no una sobremesa común, la gente que ha comido conmigo sabe que aun cuando lo que coma (si como que por boludo no es muy seguido) sea algo muy simple, me encanta sentarme en la mesa durante un tiempo considerablemente largo, si estoy con alguien (que es lo que puede saber la otra gente) a filosofar un rato, o a contar anécdotas sobre lo que sea; y si estoy solo, a pensar, imaginar, soñar, recordar, tomar lo que me quede en la botella, o lo que sea, solo a pasar el tiempo.
En relación a cuando comía acompañado por amigos, estaba bueno cuando hacíamos asados en mi casa. Yo preparaba el fueguito, me poseía cortando y desengrasando la carne, y le ponía TODO el empeño que se puede poner, lo que no implica que quedara rico o feo, mas de una vez he tenido accidentes cocinando… que se me incendie la parrilla, que se me acabe el fuego o incluso que se me secó la carne (eso si bebida NUNCA faltó). Igualmente siempre le servia a todos, cada vez que se quedaban sin carne, o lo que fuese, después seguía comiendo; generalmente todos terminaban y yo continuaba comiendo, algunos intentaban seguirme, pero tarde o temprano se rendían y al final quedaba solo, comiendo vació y hablando con alguna persona que se quedaba tomando cerveza o vino y charlando con migo. Ahora no tengo lugar para hacer asado, ni compañía que amerite tanto esfuerzo (salvo Fran pero por 2 no cocino tanto).
Por otro lado están esas ocasiones, muy numerosas hace algún tiempo, y tan escasas hoy por hoy, no son raras por que siempre coma acompañado, si no por que generalmente no me tomo el tiempo de pensar después de la cena solo…Sólo me levanto, lavo las cosas y a otra cosa. Pero hoy hubo una especie de paralelismo, antes llevaba muchas cosas a la mesa, la botella de agua, vino o cerveza, el jamón crudo, el pan, las galletas, el jamón cocido, el queso en feta, el queso untable, el fiambrín, las berenjenas, y alguna cosa más seguro. Comía... y pensaba, y me conocía un poco más, recapacitaba, (no estoy tratando de hacer apología a la droga, estoy tratando de hacer apología a la reflexión y a la autocrítica) me sentaba en la mesa algunas horas a veces, en silencio muchas veces, y me conocía un poco más. Hoy fue similar, en mucha menor escala, y con mucha menos reflexión, pero tanta mayor intensidad que hasta tuve que escribir al respecto, sólo había salamín en la mesa (gentileza de mi hermano mayor por cuidar de su gato), y berenjenas al escabeche (gentileza de mi madre por ser un excelente hijo), un poco de vino tinto y sal, pero sin darme cuenta el sentimiento era el mismo, la situación muy parecida, al ambiente físicamente distinto, pero esencialmente igual y después de todo yo soy el mismo, un poco –bastante- cambiado, pero el mismo al fin, y creo que por mucho tiempo que pase hay ciertas cosas que no podemos ni queremos cambiar, sobretodo aquellas no le hacen mal a nadie y mucho bien a nosotros mismo…
3 Comments:
Tienes razon, las situaciones que te autoreconfortan no hay por que pensar en cambiarlas, las situaciones van deformando un poco la personalidad de las personas pero la base sige siendo la misma por eso a veces no se notan los cambios.
Somos lo que somos, por que hicimos lo que hicimos.
Saludos
Atte: Broken Kain Marko.
Buenas y santas amigo mio.
Primero en principal quiero pedirte disculpas por no poder haber ido a verte mientras estuve en BS.As. Mis motivos son simples y sinceros: No tuve tiempo para una mierda y al mismo tiempo tenías miles que haer. Estaba lejosy no pude. Pero ya dije, para la proxima voy con mas plata y de paseo. Ahí si vamos a tomarnos algo por ahi y a comer y demás "yerbas".
Por otro lado es my loco lo que escribis y si queres que te diga algo, es la totl y absoluta verdad.
Muchas veces creemos ahber cambiado mucho pero escencialemnte seguimos siendo las mismas personas.
AHora si que puedo darme cuenta y decir que nunca va a faltar un Guillermo Ferron que ponga un toque de coherencia o incoherencia en mi vida e intente hacerme reflexionar sobre algunas cosas de las cuales realmente ya no me doy ni cuenta.
UN beso guille!
TE quiero!
Y nuevamente realmente disculpame, la próxima y prometo que habrá una, salimos a hcer alguna.
CRis.
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