martes, diciembre 04, 2007

Insaberes

Mientras menos sabemos de lo que hacemos y mas intentamos encontrar el camino para resolverlo más nos damos cuenta de la inutilidad de nuestras acciones y así y todo seguimos intentando llegar a algo, lograr una meta exógena y maniquea, que en realidad peca de inexistente y de eximia por no estar realmente en ningún lugar y por hacernos pensar y plantearnos la realidad como nosotros la queremos ver y como quisiéramos que fuera.

A medida que nos adentramos en la variedad de saberes más nos interesan todos más y menos nos interesan todos los demás. Por mucho tiempo gozamos sabiendo que sabemos y que nos gusta saber que sabemos, pero mientras más sabemos menos nos damos cuenta qué poco sabemos, todo es así, hasta que en un momento al azar caemos en la cuenta de que lo que acabamos de aprender (el último de los conocimientos adquiridos), es el más simple de todos y que toda la gran complejidad que creíamos entender carece en absoluto de sentido real, no de significado ni de valor pragmático intrínseco, pero si de un nivel conceptual cierto.

Vivimos día a día aprendiendo a vivir y cada cosa que nos pasa nos transforma la forma de observar el mundo, ya sea en gran o en poca medida, pero lo hace, y no solo nos vemos siempre de una forma nueva si no que vemos todo lo demás con ojos ajenos, y con la tristeza de saber que esa forma de mirar solo por volver a mirar ya no va a ser igual, o mejor, veremos siempre contentos porque cada cosa será la misma que antes veíamos pero de una forma mas avasallante y próxima a nosotros...