La ventana
Veo por la ventana, y en realidad no veo mucho, o veo todo, no se muy bien que es lo que hay afuera, pero si se que lo que hay no esta o si, pero creo que esta todo afuera de la ventana, aunque solo esta fuera lo que no esta acá adentro, o sea que todo lo que no esta aca esta alla y si digo todo significa todo y eso limita las cosas a lo que esta conmigo y lo que no esta conmigo de este lado de la ventana.
No hay mucho que mirar, pero se puede ver todo lo que hay para ver y eso complica un poco la visión, los edificios me acosan con sus instensas miradas y sus luces prendidas y apagadas. Las nubes que apenas se ven ocultan tras de si las apagadas estrellas que no se muestran y la triste luna que hoy no está. Pero aunque es de noche, el cielo tiene luz propia, no es azul o negro como siempre creemos, éste es marrón, un marron violaceo que contrasta tenuemente con las figuras cúbicas y superpuestas de los tristes muros de concreto.
El marco de la ventana es blanco mate, y se ve gris por el smog y otras yerbas, se funde y confunde con el resto de la habitación de noche, y de día da una muestra de su poderio siendo transparente para poder ver tras de si un reflejo del mundo exterior...
No hay mucho que mirar, pero se puede ver todo lo que hay para ver y eso complica un poco la visión, los edificios me acosan con sus instensas miradas y sus luces prendidas y apagadas. Las nubes que apenas se ven ocultan tras de si las apagadas estrellas que no se muestran y la triste luna que hoy no está. Pero aunque es de noche, el cielo tiene luz propia, no es azul o negro como siempre creemos, éste es marrón, un marron violaceo que contrasta tenuemente con las figuras cúbicas y superpuestas de los tristes muros de concreto.
El marco de la ventana es blanco mate, y se ve gris por el smog y otras yerbas, se funde y confunde con el resto de la habitación de noche, y de día da una muestra de su poderio siendo transparente para poder ver tras de si un reflejo del mundo exterior...
1 Comments:
nuBe, con B de Bosta¡¡
es verdad, a veces el cielo nocturno cambia de color, por momentos, desde la ventana de casa se divisa anaranjado, y todo es mérito de las tantas luces al divino botón, y la tanta contaminación que perdura en nuestos aires.
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